La capacidad del mármol para reflejar la luz natural e artificial mejora la luminosidad de cualquier habitación, creando un ambiente más brillante y acogedor.
Durabilidad y Longevidad:
El mármol es menos susceptible a deformaciones o daños estructurales comparado con materiales más blandos como la madera o la cerámica.
Fácil Mantenimiento:
Un barrido y fregado regular con agua tibia y jabón neutro puede mantener el mármol limpio y libre de polvo.
Versatilidad:
Su capacidad para ser cortado en diferentes tamaños y formas lo hace ideal para aplicaciones personalizadas y detalles arquitectónicos.
Sensibilidad al Ácido y Productos Químicos:
Debe evitarse el uso de limpiadores que contengan ácido cítrico o amoníaco, ya que estos pueden causar daños irreversibles en el mármol.
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